
Juguemos, es el todo vale
“Mi vida es un estercolero
Así lo decidí.
Hasta que la putrefacción llene
Cada hueco y rincón”.
Ésta podría ser la tarjeta
De presentación
De cualquiera de nosotros.
No tenemos culpa alguna.
Por lo tanto los remordimientos
No existen.
Somos el producto
De un proceso
Largamente estudiado.
Ir a buscar
A los responsables
En otro sitio.
Mirarnos, estamos libres
De toda responsabilidad.
A ti, visitante
Quédate y lo comprobarás.
Almas puras que han sido torturadas
Hasta convertirlas en una nada
Nada viscosa, oleosa, espantosa.
Su carcajada se deja sentir.
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