Juguemos, es el todo vale “Mi vida es un estercolero Así lo decidí. Hasta que la putrefacción llene Cada hueco y rincón”. Ésta podría ser la tarjeta De presentación De cualquiera de nosotres. No tenemos culpa alguna. Por lo tanto los remordimientos No existen. Somos el producto De un proceso Largamente estudiado. Ir a buscar A les responsables En otro sitio. Mirarnos, estamos libres De toda responsabilidad. A ti, visitante Quédate y lo comprobarás. Almas puras que han sido torturadas Hasta convertirlas en una nada. Viscosa, oleosa, espantosa. Su carcajada se deja sentir.
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